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Los gimnasios en los Centros Comerciales

Abrir un gimnasio es un desafío que lo llevará a una realización personal y profesional, más allá de ser esta una actividad lucrativa, siempre y cuando esté bien planeada. Para garantizar el éxito del emprendimiento, es necesario conocer el mercado y sus puntos críticos.

Contar con un local privilegiado es determinante para llevar el gimnasio a buen puerto. Y tal vez sea el factor que subyace a la aparente saturación del mercado de fitness en las grandes ciudades: muy pocos empresarios consiguen la hazaña de reunir los atributos que, combinados, definen una buena localización.

La tarea es muy difícil. Fíjese solo cuánta logística involucra:

– Elegir y también investigar diferentes opciones alternativas.
– Estudiar el área limitada en un radio de 6 a 8 minutos de coche en torno al local donde será montado el gimnasio.
– Examinar la densidad demográfica y verificar el poder económico de la población, para acomodar su producto al bolsillo de sus clientes del servicio.
– Contabilizar las amenazas (locales donde podrían ser instalados nuevos gimnasios) y las oportunidades (competidores con mala calidad de servicio).
– Contrastar la visualización del local, la facilidad de acceso y las barreras naturales (tales como ríos o bien avenidas de tránsito veloz) que puedan limitar el área de actuación económica del gimnasio.
– Encontrar un inmueble que disponga de estacionamiento con muchos lugares (necesita espacios para 10 por ciento del total de clientes del servicio) para que en los horarios más frecuentados, todos guarden sus vehículos cómodamente y seguridad.

Y aun resta ver el costo: comprar el inmueble perfecto eleva demasiado el peligro del emprendimiento; alquilar exige contratos de largo plazo (superiores a cinco años) y el costo de ocupación no debe ser mayor al veinte por ciento del total de ventas proyectadas.

Como respuesta a este desafío, los centros comerciales aparecen como una excelente opción alternativa. Para el gimnasio, un lugar como este significa una buena localización, un alto tráfico de visitantes y una gran disponibilidad de lugares para aparcar.

Para el centro comercial, tener un gimnasio dentro es una forma de añadir valor a su cartera de servicios y diferenciarse de los demás centros, ya que las tiendas tradicionales, que habituaban ser fundamentales para este tipo de negocios, ahora multiplican la competencia afuera.

Todavía de esta forma, tenga mucho cuidado para no cometer errores.

Estudie el perfil del público objetivo del centro comercial escogido, identifique sus patrones de consumo y, sobre todo, analice críticamente los costos de implantación y la localización del gimnasio en el centro comercial: un final de pasillo, un subsuelo o bien áreas apartadas en el shopping no son aconsejables.

Un costo de alquiler por encima de su presupuesto y una localización mala pueden inviabilizar el proyecto.